miércoles, 12 de noviembre de 2014

De "A secreto agravio, secreta venganza"



De "A secreto agravio, secreta venganza"

Cuando la fama en lenguas dilatada
vuestra rara hermosura encarecía,
por fe os amaba yo, por fe os tenía,
Leonor, dentro del alma idolatrada.

Cuando os mira, suspensa y elevada
el alma que os amaba y os quería,
culpa la imagen de su fantasía
que sois vista mayor que imaginada.

Vos sola a vos podéis   acreditaros;
¡dichoso aquel que llega a mereceros,
y más dichoso si acertó a estimaros!

Mas, ¿cómo ha de olvidaros ni ofenderos?
Que quien antes de veros pudo amaros,
mal os podrá olvidar después de veros.



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